Compartimos con toda la sociedad la idea que la vacunación masiva es una de las principales estrategias para prevenir la propagación del virus y disminuir su impacto en la salud pública. Sin embargo, en nuestros casos la vacunación ha desencadenado una inesperada respuesta autoinmunitaria.

Somos personas que, simplemente, hemos notado un empeoramiento muy importarte de la salud desde el acto concreto de la vacunación. No tiene por que tratarse de casos psicosomáticos, ni enfermedades inventadas: los efectos adversos existen desde los primeros tiempos de las vacunas y las personas que los padecen llevan asistiendo a consultas o servicios de urgencia desde siempre. Cuando esto ocurra, por favor: escuche a esa persona; intente extraer información válida de todas esas sensaciones extrañas que le relatará y piense si hay alguna posibilidad de vincular lo que le está contando con algún signo de alarma de un sistema inmune alterado.

Los que hemos sufrido efectos adversos tenemos en común una enorme dificultad para expresar nuestros síntomas y malestar; normalmente, al no estar «focalizado» el problema en un órgano en concreto, describimos una serie compleja e inconexa de sensaciones, dolores e incapacidades. Entienda que una de esas dificultades con la que nos enfrentamos es la de expresarnos: aunque hayamos conseguido a lo largo de nuestra vida concretar con palabras todo lo que hayamos sentido, en este momento no llegamos a definir ni coordinar adecuadamente una explicación para toda la revolución que se ha desatado en nuestro organismo.

Es importante recordar que las enfermedades autoinmunes son trastornos complejos y multifactoriales, que normalmente requieren de un enfoque multidisciplinario para su diagnóstico y tratamiento. Por este motivo solicitamos su colaboración en la identificación de estos casos, y así poder brindar el mejor cuidado posible a los pacientes, desde la objetividad médica y alejado de toda mitología y frases autoengañosas («es imposible que esto puede ser de la vacuna», «los efectos adversos desaparecen a las 48 horas», «no hay ningún caso en España como el tuyo», etc).

Por lo tanto, nos gustaría pedirles su colaboración en la identificación y tratamiento de estas enfermedades autoinmunitarias en pacientes que han sido vacunados contra el COVID-19. Cualquier información o experiencia que puedan proporcionar será de gran ayuda para la población afectada y para la salud pública en general.

Agradecemos de antemano su compromiso y comprensión con todas las personas afectadas desde ADAVaCo.